El Dólar es la moneda de
referencia económica a nivel global. Transacciones, inversiones y las reservas
de diferentes países utilizan la moneda estadounidense como matriz financiera y
parámetro para sus mercados. La Argentina no es la excepción, las reserva del
tesoro nacional se sostienen mediante el dólar y el oro, de esa manera la economía
domestica muestra su competitividad ante el mercado de capitales.
Es decir, el dólar oficia de
regulador del mercado cambiario argentino. Ante ese escenario, lo cierto es que
en los últimos meses el dólar fue un protagonista central en materia economía.
Unas semanas antes de las últimas elecciones presidenciales de Argentina, en octubre pasado, un intento de corrida
cambiaria (devaluación del peso argentino) mediante movimientos especulativos
de grupos económicos intento disparar el precio de la moneda estadounidense
generando tensión en los mercados financieros ante una posible caída de la economía
Argentina.
En ese contexto y ante una de las
mayores crisis del sistema capitalista y especulativo internacional la Administración
Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de
la Argentina tomo medidas buscando no devaluar el peso argentino y quitarle competitividad al país. El control de
la divisa estadounidense no es nuevo en el país. Restricciones al mercado
cambiario mediante convalidación financiera/tributaria y un control mucho más
importante a las transacciones financieras son algunas. Mayor inversión de las
empresas extranjeras en el país, lo que significa inyección directa de dólar en
el mercado interno se sumaron.
Con las restricciones comentadas y
ante un control estatal fuerte sobre el dólar se logro contener las
especulaciones de grandes grupos económicos sobre el futuro monetario, pero a
su vez resurgieron viejos protagonistas en el “mundillo” dólar. Lo que en la
jerga se lo conoce como e llamado “Dólar Blue” , que no es mas que el dólar paralelo,
del mercado negro, en contra posición al dólar “real” conocido por su
particular color verde.
Ante los controles surgió ese dólar
del mercado negro que tiene una cotización diferente a la oficial al no estar
controlado por los diferentes organismos, quien busca competir disparando el precio
oficial de manera constante llegando hasta un 25% por encima del mercado formal.
Si bien es algo periférico, de flujo relativo y destinando a operaciones de financistas de forma mayoritaria,
el empuje en los diferentes medios de comunicación hacen que el “blue” presione sobre el precio real instando
a nuevas especulaciones sobre la economía.
Las operaciones sobre ese mercado son intensas
y el rol de algunos medios de comunicación por posicionar el mismo es clara. De esa manera, sosteniendo el mercado
ilegal se busca presionar a la política economía de país en donde la devaluación
del peso argentino es una operación constante. Los referentes son los mismos,
los protagonistas cambian de color., Verde, negro o azul según los momentos
pero los fines son claros, como siempre. El triunfo de la economía especulativa
por sobre la real
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